martes, 14 de agosto de 2012

Cuaderno de Beertácora: cerveceando por Baviera IV - Bamberg


La última parada (descontando un breve epílogo que escribiré más tarde) del viaje fue uno de los mejores lugares que te puedes encontrar para beber cerveza de todo el mundo. Se trata de la preciosa Bamberg.

Ubicada en el norte de Baviera (región de Franconia), tiene operativas siete fábricas siete en la ciudad, más nosecuantas en los alrededores, con lo que se puede hacer una auténtica tournée cervecera sin despeinarse.

Como siempre, unas fotos para la parte meramente turística de la ciudad. Esta vez no me puedo reprimir y comentar algo en particular: el antiguo ayuntamiento es simplemente espectacular.

El antiguo ayuntamiento, literalmente en medio del río cual barco...

Residenz
Al fondo, la abadía de s. Miguel (precursores cerveceros de la ciudad)

Klein Venedig (pequeña Venecia)



























Pasamos sin más dilación al terreno que nos atañe. Se tiene a Bamberg como el lugar donde se fabrica la exquisita Rauchbier, quizás por la fama de Schlenkerla; pero salvo ésta y Spezial, no se fabrica en más lugares, y los estilos predominantes son los habituales bávaros: Helles, Weiss, Keller...

El primero de los lugares a visitar, el Fässla. Una cervecería con solera, como casi todas las de Bamberg, pues lleva abierta desde 1649. Salones coquetos de madera y un estupendo Biergarten interior ideal para el veranito.

Su Gold-Pils de barril es impecable: limpia, con una burbuja muy fina, una espuma sedosa y tremendamente refrescante. Por otro lado la Weizla Hell es una exquisita Weissbier, bastante dulzona pero sin cansar, con el plátano sempiterno de estas cervezas muy presente y un punto cítrico final muy amigable.

Fachada y Schwemm (entrada de carros, ahora de ciclistas sedientos).Me pudo el ansia y llegué antes de que abriesen...
La Pils


La Weiss. El enano, su símbolo, con el barril (Fässla significa barrilito)
Interior del Schwemm





































Y justo enfrente, para no perderse, encontramos la cervecería Spezial, aún más antigua que su vecina la Fässla: es de 1536... Su nombre deriva de la palabra en dialecto francón Spezeln, que significa algo así como "amiguetes". También se trata de una casona gigantesca, con numerosas salas en su interior.

Una señora fachada...
La Ungespundetes
Las jarras típicas de la región, de barro gris azulado.
















En cuanto a la cerveza, pude probar un par de variedades: su Ungespundetes, una variedad de la región que consiste en una lager (generalmente una Keller) a la que le abre el tapón del barril en la parte de arriba, con lo que se igualan presiones y el resultado es una cerveza con menos gas y más suave; y, cómo no, su clásica Rauchbier Lager, básicamente una tipo Helles con un punto suave de ahumado delicioso. Acostumbrado a la ahumada de Schlenkerla, de la que hablaré en un momentito, resulta mucho más tenue el sabor ahumado, muy agradable. Es una pena que no haya más cerveceras en la ciudad (hay que rebuscar mucho en la región e incluso en el país) que elaboren este estilo tan carismático...

Además, el plato de carne que acompañó a las cervezas estaba estupendo, en especial la guarnición de Bamberger Wirsing, una especie de puré hecho con col rizada riquísimo.

Y ya que hablamos de la Rauchbier, el siguiente punto de encuentro es la archiconocida Schlenkerla. No me entretengo demasiado en hablar de la cervecera puesto que ya lo hice en este post; solamente comentar que, si os gusta lo que nos llega aquí en botella, la versión de la Märzen en Holzfass (barril de madera) es infinitamente mejor... Resulta más ligera, y es mucho más redonda que su versión en botella. Es algo que hay que probar al menos una vez en la vida de todo homo lupulus... Además, probé también una versión veraniega que tienen, la Kräusen Unfiltriertes, también con un toque ahumado pero ni comparación con la anterior.

Los barriles de donde sale la gloriosa Rauch
La preciosa fachada



Espectacular, oiga...
La Kräusen
































Casi al lado de la Schlenkerla se encuentra la Ambräusianum, la más nueva de las cerveceras de Bamberg. Sus cervezas son las que menos fama tienen, por lo que me decanté por un recomendado restaurante a su lado, y al final cerraron la Ambräusianum... El codillo mereció la pena, y más regado con la excelente y comentada en anteriores posts Keller de St. Georgenbräu.

Fachada de la Ambräusianum. Sus birras, para la próxima.
Hermoso codillo...



















La cervecera más antigua de Bamberg (1533) es la Klosterbräu. Un edificio precioso, un trato encantador y dos buenas cervezas: la Schwärzla, toda una institución en Bamberg, un gran ejemplo de Schwarzbier con una ligera nota ahumada; y la Maibock, una casi Doppelbock con notas a pasas, densa y con un precioso lacing que maridó perfectamente con unos Pfankuchen (algo así como una crèpe en versión alemana).

Gusto hasta con el cartel...
Rinconcito donde se ubica la cervecería
La Maibock



La famosa Schwärzla






Un poco alejadas del centro se encuentran las dos últimas cerveceras de la excursión. La primera, la Keesmann, me la encontré cerrada, y no pude probar la Herren Pils (la Pils de los hombres)... La segunda, otro de los grandes clásicos de Bamberg: Mahr's. Un amplio surtido de cervezas, al igual que su Biergarten, y salas en el interior muy chulas. Su Ungespundetes me gustó bastante, gracias sobre todo a estar sin filtrar y saber mucho a levadura, y cómo no, se hizo muy bebible; sin embargo, la Weisse se me hizo demasiado ácida, y lo que más me gustó fue el vaso...

Entrada y Biergarten

La Ungespundetes

La de trigo. El vaso, chulísimo.

La carta en la pared. No veáis la de cervezas que salían de ese ventanuco.


































 Ah, por si Bamberg tenía "poca cosa" a nivel cervecero, desde la estación se veía una de las malterías más conocidas de Alemania:

Seguro que los brewers que leáis esto habéis usado Weyermann alguna vez...


Con esto cerramos el periplo bávaro, salvo por un pequeño epílogo en una de las grandes cerveceras alemanas que queda en el medio de la nada, pero que merece la pena.



3 comentarios:

  1. Los barriles con la Schlenkerla, el codillo de vicio, la cantidad de cervezas que pintan estupendas, unas fotos de escándalo... Joer David, peazo post que te has marcado! Ya tengo guía para cuando me vaya a Bamberg, jejeje! Enhorabuena con todas las letras compañero!!

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  2. (TEDASCUENYOYO) QUE VIDORRA TE CASCAS DAVID, JJAJAJJAJA, QUE POST MAS BUENOS, QUE ENVIDIA. :)

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  3. Buena ruta por la preciosa Bamberg, una de las ciudades alemanas que más merecen la pena cervecísticamente hablando, aparte de su patrimonio arquitectónico. Yo he tenido la suerte de estar y volvería sin pensarlo. Gran lección sobre las rauch y otras cervezas que podemos encontrar por la ciudad. Estupendas cervecerías y biergarten que merecen más de una visita. Por cieto, verdad de la buena, que los barriles de Schlenkerla son otra historia. Delicatessen para los sentidos. Salu2!

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